A priori, insignificante: menuda, frágil y de rasgos aniñados. Justo lo que no se estilaba a comienzo de los años noventa, cuando las modelos de curvas sinuosas y explosivas reinaban sobre la pasarela. Nadie apostaba por ella en un momento en el que las maniquíes eclipsaban a los propios diseñadores.
Sin embargo, Kate Moss se asomó al mundo de la moda y se convirtió en la reina. Hoy, a pesar de sus excesos, esta joven modelo continúa siendo una de las más solicitadas en el mundo de la moda. Y, de la mano de la compañía TopShop, tiene su propia línea de ropa.
2 comentarios:
Lo que hicieron con ella me pareció fatal...la pobre...la gente lo que hace por unos buenos millones. Lo que más me gustó es que le importó un pito y ella siguió poniéndose y desfilando. Ole!
Ah, y el doherty me da asco no?
Publicar un comentario